viernes, 5 de febrero de 2010

Esperanza


Tu voz lejana, tan cerca al teléfono
y pronto la escucharé de cerca más alejada
pues entonces desde tu boca hasta mi oído
tendrá que tomar el largo camino
entre tus pechos, sobre tu ombligo
y la pequeña colina a través de todo tu cuerpo
al que miras abajo, hacia mi cabeza,
cuyo rostro enterrado entre tus muslos alzados
y en tu regazo.

Erich Fried




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